Filosofía PEC · Sesión III - Una supernanny marxista

Para esta tercera sesión del grupo Filosofía PEC estaremos debatiendo sobre las ideas de Mark Fisher expuestas en su libro “Realismo capitalista” editado por Caja Negra. Específicamente estaremos leyendo el capítulo 9 – Una supernanny marxista.
Si deseas asistir y formar parte del grupo puedes venir ese mismo día o escribirnos a aluche.red@gmail.com.
Sobre “Una supernnany marxista”
El motivo de elegir “Una supernanny marxista” es que nos parece que mantiene ciertas resonancias con Marcuse y lo que estuvimos debatiendo con Amador en la última sesión. Así que es una buena manera de dar continuidad a las reflexiones que surgieron entonces, además a través de la mirada de uno de los filósofos contemporáneos más influyentes (el texto es de 2009). Uno de las razones de su éxito es, a nuestro modo de ver, su capacidad para plantear una escritura vibrante -desde el cuerpo-, profunda en cuanto a inspiraciones teóricas, pero accesible a través de numerosas referencias a la cultura popular (el propio título del capítulo es un gran ejemplo al respecto).
El texto comienza con una reflexión entre freudiana ( una de las mayores aportaciones de Marcuse fue una síntesis de Freud y Marx) y spinoziana (de Spinoza, al que Fisher llamaba “el príncipe de los filósofos”) sobre cómo ha evolucionado la función paternal (en sentido simbólico y social más que propiamente familiar) en el capitalismo actual. De ahí pasa a comentar el papel de los medios de comunicación, tanto tradicionales como Internet, en esa función de “educación social” que cumplen, con una defensa del papel innovador que deben tener los medios públicos para conducir el deseo del público (que no de los consumidores o clientes) hacia territorios desconocidos, en lugar de competir por el mismo bucle de atención en el que nos insertan los medios privados. Por último, y aquí es donde más resuena Marcuse, apunta a cómo la “izquierda” (podemos sustituirlo por otra palabra que nos convenga más) puede enfrentarse a los retos contemporáneos. Para ello, apunta hacia algunos “destellos”, como los llamamos el otro día, como pueden ser la burocracia o la salud mental.
Para que os hagáis una idea, una breve cita del cierre del capítulo:
“La generalidad opresiva del realismo capitalista implica que hasta las más tenues alternativas económicas y políticas cuentan con un potencial enorme. El evento más sutil es capaz de abrir un enorme agujero en el telón gris y reaccionario que ha cubierto los horizontes de posibilidad bajo el realismo capitalista”
Sobre “Realismo capitalista”
Fuente: https://cajanegraeditora.com.ar/libros/realismo-capitalista/
«Vamos al grano: ¡el libro de Fisher es simplemente el mejor diagnóstico del dilema que tenemos! A través de ejemplos de la vida diaria y la cultura popular, pero sin sacrificar rigor teórico, nos provee un despiadado retrato de nuestra miseria ideológica. Aunque está escrito desde una postura radicalmente izquierdista, Fisher no ofrece soluciones fáciles. Realismo capitalista es un llamado a un paciente trabajo teórico y político.» Slavoj Žižek
Como dijera alguna vez Fredric Jameson, hoy parece “más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo”. Después de la caída del muro de Berlín, el capitalismo logró erigirse como el único sistema político-económico viable; una situación que la crisis bancaria de 2008, lejos de poner fin, agravó. Este libro analiza los principales rasgos y mecanismos de este realismo capitalista, como el marco ideológico en el cual vivimos. Utilizando ejemplos de la política, el cine, la música y la literatura, Mark Fisher demuestra de qué manera el realismo capitalista permea todas las áreas de la experiencia contemporánea, cubriendo el horizonte de lo pensable y obturando la capacidad de imaginar un nuevo escenario cultural y sociopolítico.
El famoso eslogan de Margaret Thatcher, según el cual “no hay alternativa”, situó al liberalismo económico y con ello al libre comercio y la desregulación del mercado como el mejor y único modo para organizar las sociedades modernas. Realismo capitalista indaga en los numerosos efectos nocivos que esta “ontología de los negocios” tiene para la vida pública, dejando al desnudo que el capitalismo es todo menos un orden natural inevitable y eficiente. La precarización del trabajo, la intensificación de la cultura del consumo, la expansión de la burocracia y de los mecanismos de control social, la gerencialización de la política, la mercantilización de la educación y el aumento de padecimientos mentales como el estrés, la depresión y los desórdenes de atención se muestran bajo esta perspectiva ya no como “errores honestos” de un sistema que tiende al bien común, sino como dispositivos orientados a bloquear toda capacidad colectiva de transformación. Ante este escenario, el único antídoto posible esbozado por Fisher en los dos textos que componen el Apéndice y que se agregan especialmente para esta edición, pasa por la revitalización de una esfera pública que asuma las raíces sociales de nuestra infelicidad.